La verdadera Productividad, es decir, la que actúa en todos y cada uno de los rincones de tu vida y
no sólo en los estrictos límites de una lista de tareas, yo la llamo Gestión Personal, y se esconde
detrás de las sencillas cosas cotidianas que te rodean y que haces a diario.
Si te fijas, a lo largo de todo el día estamos tomando decisiones. Pequeñas decisiones en apariencia
inofensivas y que pasan desapercibidas: respondo a esta llamada de teléfono, me pongo a procesar
el Email, hago clic en este link que me han pasado por Twitter, accedo a entrar en una reunión de mi
equipo, decido posponer una cita para otro día, entro en Facebook o YouTube a curiosear
novedades, me pongo a leer un libro, etc.
Acertar en esas decisiones, repito, que pasan inadvertidas porque las tomamos de forma
irreflexiva, es una de las claves de la Gestión Personal. Ser productivo, realmente, se convierte en
una cuestión de decidir bien ¿De verdad “quiero hacer esto ahora? ¿De verdad “tengo” que hacerlo
ahora? ¿De verdad me va a acercar a mis objetivos?
Tomando en cuenta que existen diversos conceptos sobre productividad eh escogido dos “La Productividad es el sentido común hecho hábito”. Pero también esta otra: “La Productividad es un millón de obviedades puestas en fila una detrás de otra”.
Hemos aceptado una serie de rutinas como buenas, incluso como necesarias y hasta imprescindibles para desempeñar nuestro trabajo o nuestra vida. Las repetimos sistemáticamente y naturalmente no las cuestionamos porque “es lo que hay que hacer”. Pues como lo veo yo el único modo de corregir algo es cambiando de hábito.
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